Pese a estrategia, aumentan 9.1% las tomas clandestinas
Pese a la estrategia que está siguiendo el gobierno federal en conjunto con Petróleos Mexicanos (Pemex) para combatir el robo de combustibles, el número de tomas clandestinas a la red de ductos volvió a incrementarse.
Entre enero y abril de este año, la empresa del Estado detectó 3 mil 741 perforaciones ilegales, la cifra representa un aumento de 9.1% respecto a las 3 mil 430 del mismo periodo del 2020.
De acuerdo con el último reporte de la empresa al que Excélsior tuvo acceso, muestra que esta situación obedece a un aumento de los ataques de la delincuencia a la red de ductos, principalmente la que atraviesa los estados de Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Michoacán, Baja California, entre otros.
Esto rompe con la tendencia positiva que estaba logrando la estrategia contra el robo de hidrocarburos que implementa Pemex en conjunto con elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar), la Guardia Nacional, entre otras instituciones gubernamentales.
Pese a esto, en por lo menos nueve entidades, el delito sigue en crecimiento.
Tal es el caso de Hidalgo, la cual se mantiene como aquella con el mayor número de ataques a la infraestructura petrolera, pues entre enero y abril registró mil 563 tomas clandestinas, cifra que significó un aumento de 31.7%, en comparación a las mil 187 del mismo periodo del año pasado.
El segundo estado con mayor número de ataques a la red de ductos para el robo de gasolinas, diésel, entre otros hidrocarburos es Puebla, que pasó de 632 perforaciones ilegales en los primeros cuatro meses de 2020 a 894 en 2021.
Esto significó un incremento de 41.5%, por lo que se mantiene como una de las entidades denominadas foco rojo por este delito.
Por otro lado, el Estado de México, que ocupa el tercer lugar con 477 tomas, pese a que logró reducir en 1.2% las tomas, mientras que Guanajuato sumó 117 tomas; Tlaxcala, 105 que también significó un aumento de 128.3%. A estos le siguen: Baja California 90, Michoacán, 87; Tabasco, con 79; Tamaulipas, 70, entre otros.
Es así que, por primera vez en el sexenio, las tomas clandestinas volvieron a aumentar, esto pese a que en algunos estados se logró una reducción en los ataques a la red de ductos, como fue el caso de Sinaloa, con menos 33.3%, y Guanajuato, 45.1%.
La empresa del Estado ha reconocido el riesgo que representan los ataques de la delincuencia, quienes mediante perforaciones ilegales desvían el petróleo crudo, gas natural o productos refinados de la red de oleoductos.
El delito del robo de hidrocarburos por tomas clandestinas podría afectar “la producción, procesamiento y transporte de productos de petróleo y gas, podría resultar en lesiones personales, pérdida de vidas, daños ambientales. Podría afectar adversamente nuestro negocio, los resultados de operación y la situación financiera”.