Baja el decomiso de fusiles de alto poder; las armas cortas son las más incautadas
A los pistoleros de los cárteles mexicanos les decomisan menos sus armas favoritas. La recuperación de rifles y fusiles de asalto en nuestro país por parte de autoridades estadunidenses cayó 53% en un periodo de diez años.
Este tipo de armamento es el más usado por los miembros del crimen organizado para atacar a grupos rivales o a funcionarios o mandos policiacos, como sucedió el viernes pasado en Lomas de Chapultepec, con el secretario de Seguridad de la CDMX, Omar García Harfuch, hechos en los que murieron dos escoltas del funcionario y una mujer que quedó en el fuego cruzado.
Los delincuentes que atacaron al secretario, quien recibió tres disparos, pero logró salvar la vida, tenían a su disposición 34 armas largas, entre ellas algunas modelo FN SCAR H, y cinco fusiles Barret, capaces de perforar blindajes.
Datos de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF, por sus siglas en inglés) indican que en 2009 se recuperaron nueve mil 591 rifles y fusiles de asalto que habían sido introducidos desde ese país a México y, posteriormente, fueron asegurados al estar relacionados con hechos delictivos.
Para 2018 ese dato bajó a cuatro mil 472 armas de fuego, de acuerdo con la versión más reciente del reporte Sistema de Rastreo de Armas de Fuego, elaborado periódicamente por la Oficina de Inteligencia Estratégica e Información de la ATF.
Otro tipo de arma cuya recuperación disminuyó en una década son las escopetas, poco usadas por grupos criminales al ser más letales en encuentros cercanos, casi cuerpo a cuerpo. Los datos de la ATF indican que en 2019 se recuperaron dos mil 706 escopetas por 875 en 2018, una caída de 68 por ciento.
Las recuperaciones que han aumentado son las de pistolas, con 17% (siete mil 120 armas contra ocho mil 352); revólveres, con 5% (dos mil 128 contra dos mil 230) y lo que la ATF categoriza como “otros”, que pueden ser ametralladoras, dispositivos destructivos, bengalas, pistolas de bengalas, lanzadores de gases lacrimógenos, silenciadores o cualquier otra clase de arma.
En esta categoría las recuperaciones subieron 74%, al pasar de 238 piezas en 2009 a 414 en 2018.
Excélsior publicó ayer que, de las 169 mil armas de fuego recuperadas por la ATF en México en una década, 70% de ellas llegaron a nuestro país vía Estados Unidos, ya que fueron fabricadas en territorio estadunidense o importadas desde allá.
Entre las armas de asalto están el AK-47, conocido como cuerno de chivo, el M4, el M16 y la Sturmgewehr 44, entre otras.